El consejero de Turismo, Miguel Marín, ha presentado en la mañana de este martes, junto al autor Fran Pérez, una nueva guía de turismo ornitológico que se integra en la estrategia global del Gobierno de la Ciudad Autónoma para seguir posicionando Melilla como destino turístico. Se trata de una herramienta pensada tanto para atraer a visitantes interesados en la naturaleza como para acercar a los propios melillenses a la riqueza de aves que habitan en su entorno más cercano.
Marín enmarcó esta guía dentro de una apuesta clara por el turismo sostenible y el turismo verde, un segmento en pleno auge. Según subrayó, el turismo ornitológico está experimentando un crecimiento muy notable en los últimos años. De hecho, apuntó que “las cifras hablan por sí solas” y que, cada año, este tipo de turismo aumenta entre un 20 y un 40 % respecto al ejercicio anterior, lo que convierte este nicho en una oportunidad que Melilla no quiere dejar pasar.
El consejero insistió en que esta publicación no es un producto aislado, sino una pieza más de una estrategia turística que busca diversificar la oferta y aprovechar al máximo las singularidades de la ciudad. En este caso, se trata de resaltar el patrimonio natural y, en particular, la diversidad de aves que pueden observarse en distintos puntos del término municipal.
Una guía con vocación turística y pedagógica
Durante su intervención, Miguel Marín destacó que la guía ornitológica cumple una doble función claramente definida. Por un lado, pretende servir de herramienta para atraer a un visitante que busca experiencias vinculadas a la naturaleza, la observación de aves y el disfrute de espacios verdes. Por otro, persigue un objetivo pedagógico para la ciudadanía, especialmente para los más jóvenes.
Según explicó, muchas de las especies de aves presentes en la ciudad son “totalmente desconocidas tanto para los melillenses como para los foráneos”. La publicación quiere contribuir a cambiar esta situación, ofreciendo información accesible y estructurada sobre las aves que se encuentran en los espacios naturales y parques urbanos de Melilla, para que puedan ser observadas, identificadas y valoradas.
Marín subrayó que se trata de un documento de “muchísima calidad”, fruto del trabajo directo de su autor, y remarcó su agradecimiento a Fran Pérez por su colaboración y profesionalidad. La guía estará editada en español e inglés, lo que permitirá llegar tanto al público local como a turistas nacionales e internacionales, y facilitará también su difusión entre turoperadores y visitantes de otros países interesados en el turismo de naturaleza.
Espacios naturales y parques urbanos como escenarios principales
La guía recoge distintos espacios de la ciudad donde la presencia de aves es especialmente significativa y donde se puede desarrollar este tipo de turismo. El consejero citó, entre otros, el Barranco del Nano, el Barranco del Quemadero y Aguadú, el Pinar de Rostrogordo o el sendero verde de la pista de carros. Son áreas que combinan valores ambientales, paisajísticos y de ocio, y que ya son conocidas por muchos melillenses como lugares habituales para pasear o practicar deporte al aire libre.
A estos enclaves se suman varios parques urbanos de referencia, como el Parque Hernández, el Parque Lobera o el Parque Forestal, que también se incluyen en la guía como puntos de observación. Marín explicó que en todos estos lugares se pueden encontrar distintas especies de aves, muchas veces muy cercanas al día a día de la población, pero no siempre identificadas ni apreciadas como parte del patrimonio natural de la ciudad.
El consejero señaló que, según le ha trasladado el propio autor del trabajo, se calcula que en torno a 200 especies distintas de aves pueden observarse en la ciudad y su entorno. Esta cifra da una idea de la diversidad ornitológica de Melilla, favorecida por su particular situación geográfica en el norte de África, que la convierte en un punto de encuentro y paso para numerosas especies.
Un atractivo singular para el visitante europeo
Uno de los aspectos que se quisieron destacar en la presentación es el carácter singular que esta oferta puede tener para el turista europeo. La combinación de una ciudad española y europea situada en el norte de África, con especies de aves que en muchos casos son propias de este entorno, convierte a Melilla en un destino especialmente interesante para quienes practican turismo ornitológico de forma habitual.
Marín apuntó que para muchos visitantes resulta muy atractivo poder observar especies de aves africanas sin salir de una ciudad española, con la comodidad de contar con infraestructuras y servicios propios de un núcleo urbano consolidado. Este factor diferencial es, según el consejero, uno de los elementos que pueden ayudar a Melilla a destacar en el competitivo mapa del turismo de naturaleza.
El responsable de Turismo señaló que existen turistas que ya están acostumbrados a viajar para observar aves y que constantemente buscan nuevos espacios y territorios que conocer y disfrutar. La guía ornitológica sitúa a Melilla dentro de ese circuito de destinos especializados, ofreciendo información estructurada y un producto claramente identificable que puede ser promocionado tanto a nivel nacional como internacional.
Una pieza más en la diversificación de la oferta turística
La guía, según insistió Marín, no solo añade un recurso más a la oferta local, sino que encaja en una visión más amplia de ciudad. Melilla quiere mostrar al visitante un abanico de posibilidades que abarque el turismo cultural, el patrimonio histórico, la oferta gastronómica y también el patrimonio natural. En este contexto, el turismo ornitológico se integra como una línea complementaria que “al final, todo suma”.
La publicación permitirá que quienes se acerquen a Melilla con interés por las aves puedan dedicar parte de su estancia a recorrer los espacios naturales y parques de la ciudad en busca de estas especies. Al mismo tiempo, servirá para que los propios residentes se animen a redescubrir sus zonas verdes con otra mirada, reconociendo la presencia de aves que quizá veían a diario pero sin identificar.
El documento pretende así reforzar la idea de una Melilla que no es solo puerto, frontera o enclave histórico, sino también una ciudad que ofrece naturaleza y biodiversidad en su entorno inmediato. El consejero destacó que el turismo ornitológico está estrechamente vinculado a la sostenibilidad, pues se trata de un tipo de visitante respetuoso con el medio ambiente, interesado en la conservación y en el disfrute responsable del entorno.
En definitiva, Miguel Marín volvió a subrayar el trabajo realizado por Fran Pérez, responsable directo de la elaboración de la guía. Destacó la calidad del contenido, el rigor en la selección de la información y el esfuerzo por condensar en un solo documento una visión amplia y atractiva de la avifauna de la ciudad y de sus principales espacios de observación.
El consejero incidió en que la profesionalidad del autor se ha plasmado en un material que no solo cumple con los objetivos turísticos marcados por el área, sino que también contribuye a sensibilizar y educar sobre la importancia de proteger y conocer las aves de Melilla. Afirmó que este tipo de iniciativas ayudan a construir una ciudadanía más consciente de su patrimonio natural y más orgullosa de los recursos que la ciudad puede ofrecer al exterior.
Marín concluyó reiterando su agradecimiento al autor por la colaboración prestada y felicitándole por el “magnífico trabajo realizado”. Con la publicación de esta guía ornitológica, Melilla incorpora un nuevo recurso a su catálogo turístico, refuerza su apuesta por el turismo verde y se abre a un tipo de visitante que valora tanto la naturaleza como el respeto al entorno. Una apuesta que, según el consejero, seguirá desarrollándose en los próximos años para consolidar a la ciudad como un destino de referencia en este segmento en expansión.
Fuente: El Faro de Melilla











